lunes, 16 de junio de 2014

Los laboratorios como Partners

Con motivo de acercarnos a una conclusión, acerca si podríamos considerar a un actor del sector Farmacéutico como posible partner para nuestra organización, es que decidimos salir nuevamente del edificio y entrevistarnos con el Gerente Financiero de uno de los principales laboratorios del país. 

La decisión de realizar dicha entrevista con alguien vinculado al sector financiero, recayó principalmente en conocer los móviles reales que mueven a un laboratorio (sea cual sea) para patrocinar o no en un tercero (grupo de interés para los laboratorios).

El resultado, si bien no es alentador en términos de imaginar un futuro trabajo en conjunto o imaginar un panorama de apoyo a nuestro negocio desde la industria farmacológica, sí nos permite alinear mejor los esfuerzos y continuar trabajando en la composición de nuestro canvas (en el grupo de Partnerships).

En el Uruguay y, justo es decirlo, en muchos otros países principalmente de la región donde el desarrollo de I+D por parte de laboratorios es bajo, no es común la inversión directa o el apoyo económico a centros asistenciales como el nuestro. Varias razones son las que nos explicara el entrevistado podrían surgir para tomar un tipo de decisión como la mencionada. Sin lugar a dudas la principal es que no existe en éste caso un grupo de interés fuerte que realice campañas agresivas en pos de conseguir apoyo por parte no solo del mundo mediático sino también estatal y privado para con las personas que sufren de la enfermedad de Alzheimer. Los grupos de interés a los que sponsorea la industria farmacéutica, son aquellos que tienen un potencial activista tal, que presione a políticas estatales a subvencionar medicamentos de elevado precio, o presione a las diferentes corporaciones médicas para que  introduzcan determinada droga al circuito normal de prescripciones.

Se nos ejemplificó esto con el caso de los enfermos de SIDA, como han logrado movilizarse y evangelizar mundialmente al mundo entero sobre la enfermedad. En este caso los enfermos son claramente los propios activistas en pos del apoyo. Al ser directamente ellos quiénes precisan el fin económico, han hecho suya la "bandera" de reclamar medicamentos de alto precio (y supuestamente de excelente resultado para su enfermedad) ante las autoridades estatales, logrando así que los mismos Estados desarrollen campañas que incluyen medicamentos y auxilios asistenciales dentro de sus políticas público-sociales. Claramente los laboratorios, al ser responsables directos de la fabricación de dichos medicamentos y, ser claros beneficiarios en términos económicos, son partícipes de fuertes inversiones en las campañas de apoyo; de esta manera propician la rentabilización de sus empresas mediante el suministro de medicamentos subvencionados por el Estado. En nuestro país, existe el Fondo Nacional de Recursos, institución creada por el decreto Ley 14.897 con carácter de persona pública no estatal, que brinda cobertura financiera a procedimientos de medicina altamente especializada y a medicamentos de alto costos para toda la población residente en el país y usuario del FONASA.

En el caso del Alzheimer, la propia Asociación Alzheimer del Uruguay es un actor muy pequeño que dista mucho de ejercer presión mínimamente frente al MSP, el cual incluso no considera la enfermedad como tal y por ende no planifica apoyos especiales a estos enfermos o familiares. Por esta razón, y porque los grupos de interés no son activistas per se,  es que los laboratorios no perciben interés en realizar políticas de RSE vinculadas a la enfermedad en cuestión, ya que generalmente, el fin de las políticas de RSE, son mejorar la rentabilidad de las compañías; y el caso demuestra (a priori) poca movilización de la ciudadanía que genere la masa crítica necesaria que "obligue" a la toma de decisiones por parte del Estado.

La conclusión principal, es no dedicar esfuerzos a buscar asociaciones en la industria farmacéutica, en esta instancia del proceso. Como segundo corolario de la reunión, reforzamos la necesidad de acciones que permitan la "evangelización de la enfermedad" en la sociedad, donde quien debe liderar el proceso es la Asociación Alzheimer del Uruguay, y nuestro rol sea de apoyo permanente e impulsor activo de estas acciones. Estamos convencidos que una vez "evangelizada" la población, y humanizada la enfermedad, que el servicio que pretendemos brindar abandonaría un segmento pequeño de la población, para ser un servicio masivo.

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